sábado, abril 28, 2007

Como es el sexo en los chilenos:


El típico chileno que arruga y es tímido


"Soy un león en la cama", cuantos chilenos dicen eso, pero a la hora del acto del placer, no pasa nada y finalmente no logran un buen orgasmo ellos, ni quien lo a compaña

Por Hernán Mella Martínez

Cuántos chilenos se resguardan de que lo vean entrando a un motel, o con una mujer que ejerza el comercio sexual en las calles, será que la gente tiene miedo del que dirán los vecinos, sus amigos, los compañeros de trabajo, entre otros.

La verdad es que a primera vista se puede observar que la cultura chilena es un tanto retraída en el sexo, todo lo hacen de forma muy silenciosa, pero cuando realizan alguna encuesta sobre la actividad sexual, ellos son los primeros en salir de la fila anunciando que los mejores en el mundo son ellos.

Sin embargo cuando tienen que hablar del uso del preservativo salen de inmediato diciendo que eso es inmoral y que es libertinaje, o por ejemplo el tema que se puso hace algunos meses en el tapete, el de la píldora del día después (Postinor 2), la gran mayoría se niega a usarla, acusando que es abortiva, pero cuantas de esas personas que reclaman la utilizan, sin embargo existe el doble estándar de la gente.

La mayoría de los hombres entre sus amigos se jactan de ser como leones en la cama, pero finalmente no es tan así, algunos son tímidos y además eyaculador precoz.

Si fuera de la forma en que ellos lo dicen, no existiría tanta infidelidad, y, ¿porque las hay?, es debido a que los hombres y las mujeres no son capaces de cumplir sus fantasías eróticas con sus parejas constantes, sino que se sienten más sueltos con otras personas, a los cuales no tienen que darle ninguna explicación.
Cuantos chilenos han sido infieles, sino son todos superarían más de la mitad, o sino porque ha crecido tanto el negocio de los moteles y los miradores están cada vez con más autos., al igual que los adolescentes ocupando el dormitorio de los padres, que casi siempre tiene que ver con la iniciación sexual.

Entre tanto relato de la vida placentera de los chilenos, como no contar con los obreros de la construcción, que cada mujer que pasa le gritan algún piropo pintoresco, "se lo pondría todo mijita", pero ese mismo obrero cuando tiene al frente a esa mujer se corta todo y ocurre lo de siempre, lo del chileno tímido y retraído, o en el caso que tenga mayor personalidad lo hace silenciosamente, si es casado.

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